Hoy quiero hablar sobre un colectivo cada vez más numeroso en internet que nunca deja de sorprenderme: los cinéfilos. Son fácilmente detectables porque la gran mayoría incluyen este adjetivo en su biografía en las diferentes redes sociales, como si con esa palabra quedase resumida toda su existencia. Pero esta es sólo una pequeña parte de los hábitos que los definen y diferencian del resto de usuarios. Lo cinéfilos gustan de comentar continuamente las películas que van a ver, han visto o están viendo, porque gracias a las redes sociales pueden hablar de ellas en tiempo real. Normalmente tras cada película lanzan su propia valoración crítica en forma de un par de tweets y suelen comenzar interesantes conversaciones en las que discuten sobre el punto de vista de cada uno, hasta llegar habitualmente a la conclusión de que cada uno tiene su opinión y ambas son válidas por igual. En otras ocasiones la conversación suele consistir en el intercambio de apreciaciones y curiosidades para decidir quién es el más cinéfilo de todos.
El ritmo de estos usuarios raramente es menor de una película al día, en ocasiones llegando a 3 ó 4 por jornada. Su gran objetivo vital es, al llegar diciembre comprobar si han visto al menos 365 películas durante el año, y compartir el dato con sus compañeros ¿Cómo lo hacen? Pues muy sencillo, el más fiel aliado del cinéfilo es el servidor de torrents, pues ellos no se pueden permitir el lujo de esperar a que las películas lleguen a las salas de cine o a la web de VOD, su economía no puede equiparar su pasión por el cine. Las pocas ocasiones en que los podemos encontrar en una sala de cine es al llegar el estreno del gran blockbuster del año, ya sea una película de superhéroes o la nueva entrega de la trilogía-precuela de turno, porque ya sabemos que el espectáculo de esas producciones sí que vale el precio de una entrada de cine.
Otra variante interesante son aquellos cinéfilos que deciden trascender las redes sociales y fundar su propia web o blog donde verter sus valoraciones. Una vez consiguen un volumen de lectores importante y cierto nivel de notoriedad el siguiente objetivo está muy claro: tener acceso a los ansiados pases de prensa. De esta manera consiguen el doble objetivo de disfrutar de todos los estrenos en las salas de cine sin tener que pagar y hacerlo antes que nadie, con lo cual tienen la capacidad de influenciar la opinión generalizada sobre una película desde el mismo núcleo. Así los cinéfilos alcanzan el nirvana y son llevados a un nivel superior de existencia, en el que evidentemente son mejores que el resto de sus congéneres.
Los cinéfilos son muy conscientes de la influencia que alcanzan estas primeras opiniones, pues siempre están pendientes de las primeras noticias y opiniones que surgen desde los distintos festivales del mundo, para poder decidir qué vale la pena ver o no, e incluso hacer afirmaciones en base a las opiniones de otro como si fuesen suyas propias. Así se van construyendo unas expectativas durante meses y llegado el momento sentencian películas debido a que «el hype estaba demasiado alto». También están muy pendientes de las diferentes entregas de premios, que comentan con un alto nivel de conocimiento en sus implicaciones e influencias. Tal es su pasión por estos premios que han fundado su propia academia, a la que sólo se puede acceder previa invitación, para entregar sus propios galardones. Ojalá me estuviese inventando todo esto.
El momento más enternecedor llega cuando surge una conversación entre cinéfilos en la que se lamentan del tiempo que tardan en llegar a nuestro país ciertos estrenos, de aquellos que nunca llegan o incluso del precio de las entradas de cine. Digo enternecedor porque evidencia que su pasión por las películas los ha llevado a vivir dentro de una en la que no son conscientes de que esas situaciones de las que se quejan están en gran medida causadas por muchas de sus costumbres. Quizás algún día sean conscientes de que su «pasión por el cine» puede acabar causando la destrucción de esa industria, pero mientras tanto seguirán jugando a las películas.